por fin...por el fin cumplí el tan ansiado deseo de conocer India...allá vamos!!!!!!

domingo, 10 de julio de 2011

Día 15. Delhi y vuelta a casa.

Último día para nosotros en India. Por una parte nos da un poco de pena, pero también tenemos ganas de volver a casa y de dar unos achuchones a los peques. Al final se les acaba echando un poquito de menos. 
Lo que no vamos a echar de menos va a ser el calor, ¡ fijo!!! 

 Como tenemos que abandonar la habitación sobre las 12 del mediodía y tenemos un larguísimo día por delante en Delhi ( nuestro avión sale de madrugada), quedamos con Shiva al mediodía y nosotros aprovechamos a vaguear un poco y a no madrugar nada de nada. 
  
 Hoy hace un calor del demonio. Rondaremos los 40 grados, pero ya se nota que empieza a haber humedad y el ambiente es completamente irrespirable. 
 Goyo parece que también tiene el día atravesado y dice que seleccionemos bien las visitas , que ya está un pelín harto de tanta entrada y tanta visita. Valeeeeeeeee, decidimos templo de los Sij, casa de Gandhi y si nos dá tiempo la tumba de Humayun. 
 Como esto último es lo que tenemos más cercano y el monumento que cierra antes, Shiva nos recomienda visitarlo primero. Genial, a mi me apetecía mucho verlo. Goyo ya tuerce el morro... 

 Menudo calor allí...se nos caían gotas de sudor hasta por las piernas... 

 La tumba de humayun es otro de los muchos patrimonios de la humanidad que se pueden encontrar en India. Es de una belleza impresionante. Akbar era hijo de Humayun, y eso se nota ;)




 



Siguiente visita, la Birla House , casa en la que Gandhi pasó los últimos días de su vida. Te pone los pelos de punta. Muy emocionante la visita.
Además, hay un museo modernísimo relacionado con la vida y obra de Gandhi interesantísimo. Para pasarse horas muertas.
 Menos mal que Goyo al menos disfrutó esta visita, porque menudo día tenemos...en fin...


 










Comemos y vamos a ver uno de los templos de los Sikh, la Gurudwara Bangla Sahib . El sijismo es otra de las múltiples religiones que se profesan en India, y sus integrantes son fácilmente reconocibles por sus turbantes, ya que no deben cortarse jamás en su vida el pelo.
En el templo tienen un comedor social en el cual acogen a absolutamente todo aquel que quiera comer. Los sikhs son muy conocidos por su espíritu generoso y colaborativo. Ah! Y sus mujeres no tienen por qué llevar cubierta la cabeza ;)
 Para entrar en su templo hay que cubrirse la cabeza (te ceden un pañuelo allí mismo) y pasar descalzos después de purificarse los pies en un pequeño pozo de agua.



 

 


 

 Nos gustó, sí señor. 
  
 A partir de aquí ya las cosas se nos fueron torciendo. El culpable? Imagino que el horroroso calor. Le pedimos a Shiva que nos llevara al mercado de Janpath, llamado también mercado tibetano, para gastar nuestras últimas rupias. Mi marido se empezó a poner mal y quería escapar de allí fuera como fuera. Yo creo que le estaba dando un golpe de calor. Se sentó un rato para ver si se le pasaba el tremendo agobio y yo me metí a la tienda de enfrente a toda leche para buscar unos ganesh de bronce que queríamos llevar para casa. Regateo a toda pastilla mientras vigilo a Goyo y acto seguido llamamos a Shiva para que nos saque de allí. 
 Goyo no quería más que salir de allí y dejar de pasar calor, así que le pedimos a Shiva que nos llevara al aeropuerto. Ya sabíamos que aún era prontísimo, pero al menos allí en la sala de espera habría aire acondicionado... 
 Jo, qué pena de día...pero a veces las cosas se tuercen, y por la paz, un ave maría. 

 Nos despedimos de Shiva y cogemos las maletas. En el aeropuerto nos quedamos en una sala de espera haciendo tiempo hasta poder pasar al interior de la terminal. Al menos mejoró el humor y el estado de alguno jejeje

 Cenamos unos sandwiches y nos llaman Akram y Helena para despedirse. Qué majetes y qué atentos. La verdad es que ha sido un placer.  

 Por fin podemos entrar en la terminal y facturamos. Nos dirigimos hacia la puerta de embarque y nos sentamos en los sillones, que aún nos queda un buen rato. Allí hay dos chicas argentinas con la cara destrozada. Pobres...El día anterior tuvieron un accidente de autobús. Estaban felices de estar vivas, bufffff... 

 Nada, parece que el  vuelo se retrasa...primero dos horas...luego cinco...
Guay, embarcamos nada más y nada menos 12 horas después de nuestra entrada triunfal en la sala de espera del aeropuerto...
Y no me preguntéis el motivo del retraso, porque decirlo ya lo dijeron, pero como mi inglés es pésimo, no me enteré de nada...

Ale, a casita


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